jueves, julio 26, 2012

El Moncada en el tiempo

Aurelio Alonso
Punto Final”, edición Nº 762
La lectura del tiempo no es monopolio de los historiadores. Es un componente clave para el conocimiento social; por eso la ciencia histórica se cruza con todas las otras que se dedican a desentrañar la naturaleza del fenómeno humano.


Han pasado cincuenta y nueve años del asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y cincuenta y tres de la victoria revolucionaria que culminó la lucha de la generación de Fidel Castro. Y también veintiún años de resistencia del pueblo cubano -desde que se produjo el derrumbe del sistema soviético-, en condiciones de austeridad e incertidumbre imposibles de prever hasta entonces. Hoy se ha hecho protagónica una generación que salió de la adolescencia en el comienzo de lo que llamamos “periodo especial” y que carga sobre sus hombros la misión de sostener y dar rumbo, a partir de ahora, a la transición socialista cubana. Hoy el legado del Moncada vuelve a convertirse en inspiración de audacia y valor, no ante el reclamo de tomar las armas, sino el de rediseñar la economía nacional que se mantiene en condiciones precarias, contraída y deformada por efectos de la limitada capacidad de articulación internacional con la cual ha tenido que lidiar durante dos décadas y para la que no se cuenta con pronósticos que garanticen una ruta de despegue visible. De cierta manera el desafío de la economía se nos vuelve a plantear en las condiciones en que lo vivimos en los años 60. Al menos en lo que se refiere al inventario de infraestructuras, de limitaciones productivas y de desprotección financiera. Pero la historia no se repite: la situación presenta diferencias, dramáticas algunas, como las que implica saber que habrá que diseñar dentro de un sistema-mundo en el cual la hostilidad implacable e injusta de Estados Unidos se mantiene impune, a pesar de más de veinte años de rechazo global al tratamiento dado a nuestra isla. Otras son promisorias, como los cambios introducidos en el ordenamiento de los Estados latinoamericanos, cuya correlación propicia un escenario esperanzador en el largo plazo.


En el plano interno, sobre todo, hay que reconocer que tras tantos años de navegación en aguas adversas, que amenazan sin tregua ni recato con la asfixia a once millones de cubanos, el proyecto nacional no ha renunciado al rumbo socialista, no retrocede en sus políticas sociales mayores, ha mantenido una escala de subsistencia material que no es posible ignorar gracias a la renovación de estrategias que se suceden, aún con altibajos, desde finales de los 80. 


Sabemos que el Moncada no fue solamente un acto de rebeldía, una clarinada audaz hacia el futuro de Cuba y de América, de la nuestra. Fue también la introducción en la agenda nacional de un programa distinto, inspirado en la utopía martiana de la República “con todos y para el bien de todos”. Programa que se hizo visible en La historia me absolverá, el alegato de defensa de Fidel Castro ante el tribunal montado por la dictadura.


El programa del Moncada cobra hoy otra vigencia. No para aplicarlo esquemáticamente como modelo, al pie de la letra, en remplazo del existente. Pero sin duda para rectificar rumbos: para “actualizarlo”, por llamar al cambio iniciado hoy en la transición cubana con el término con que el propio Raúl Castro, el último de los principales conductores de aquella gesta, lo ha caracterizado. Otra cosa sería jugar mal con el tiempo, porque la historia no admite repeticiones exactas. Se da una vez como tragedia y otra como comedia, observó con lucidez Carlos Marx. Quizás se repite como tragedia, pero nunca es la misma. Tampoco son iguales las oportunidades que ahora abre a las de entonces, ni los caminos para llegar a los fines, por definidos que estos estén.


El Moncada se consumó en busca de una verdadera soberanía nacional, usurpada a la generación de los padres de la patria; de justicia social y equidad, nunca provistas por la República neocolonial; y de desarrollo económico, obstruido por la lógica insaciable de la explotación imperialista. No se declaraba socialista. Su aplicación mostró, sin embargo, que el camino de estas propuestas solo podía ser calificado, en rigor, así. La agresividad sin precedentes de las fuerzas que se oponían a estos propósitos aceleraron el curso y le dieron dimensión de epopeya en los mismos comienzos, cuando el país se alfabetizaba a la vez que tenía que responder a la agresión armada de sus enemigos.


Asumida la realidad de un socialismo cubano, el paquete de reformas y las experiencias revolucionarias que podían servir de precedente llevaron a identificar la radicalidad con la concentración plena del poder público. Socializar se convirtió casi en sinónimo de estatizar, y es uno de los problemas de mentalidad que se hace necesario afrontar hoy, cuando la desaparición del bloque del Este y de la propia Unión Soviética nos demostraron que aquel curso de radicalización no bastaba para consolidar un nuevo modo de producción, y la irreversibilidad del sistema creado se revelaba como una quimera.


Desde el Partido Comunista Cubano ha sido el VI Congreso, diferido por muchos años posiblemente para no repetir la rutina del precedente, el que ha lanzado un llamado al cambio, en clara sintonía con una apertura participativa que todavía está lejos de conseguirse, pero que se fortalece en la intransigencia popular de las amplias masas de cubanos que no están dispuestos a renunciar al camino socialista, y que a la vez poseen la conciencia de que éste tiene que producirse con un cambio sustantivo en lo económico. Y por supuesto, con el desarrollo de nuevas formas de participación popular en las esferas de decisión que permitan la edificación progresiva de una democracia socialista. Este es el reto de hoy, para el cual el programa del Moncada, por el alcance tanto como por la justeza de sus propósitos, vuelve a ser válido como inspiración.


Aurelio Alonso es Sociólogo, subdirector de la revista “Casa de las Américas”.

sábado, julio 21, 2012

LOS BURÓCRATAS "CRISTINISTAS" Una mesa de millonarios y macartistas


La CGT que se reúne en Balcarce 50 es una suma de lujos y nefastas trayectorias. La central de Hugo Moyano y Guillermo Pereyra no tiene nada que envidiarle.

1 Gerardo Alberto Martínez. Hombre todoterreno: fue personal de inteligencia del Batallón 601, funcionario de Menem, secretario general de la CGT noventista, y hasta gerente de una AFJP. Semejante trayectoria como buchón, burócrata, funcionario y empresario le valió la silla más cercana a Cristina. Nunca se subió a un andamio, es directivo de la UOCRA desde 1984, y cobra $56.500 por mes. Una de sus “brillantes” propuestas fue un ‘cupo para trabajadores extranjeros’, contra los albañiles inmigrantes.
2 Ricardo Pignanelli. Dirigente de la delegación San Justo en los ‘80, en 1998 se convierte en secretario gremial del SMATA. Allí ladea al Gordo José Rodríguez, entregador de la comisión interna de la Mercedes Benz donde había trabajado el propio Pignanelli. Hoy cobra un sorprendente sueldo: $17.000 del sindicato, y $43.000 de la empresa. Los trabajadores de Mercedes perdieron desde entonces el doble aguinaldo y otras conquistas del convenio.
3 Andrés Esteban Rodríguez Larrea. El ‘Centauro’ no se parece a un trabajador estatal. ¿O conocés alguno que gane $92.200 por mes y los lleve en una billetera Luis Vuitton? ¿Y que coleccione caballos pura sangre y aproveche su doble apellido para convertirse en director de la Comisión de Tradición de la Sociedad Rural? Su frase preferida la dijo Carlos Menem: “Yo soy de UPCN”. Cristina también…
4 José Luis Lingeri. El titular de Obras Sanitarias tiene dos autos importados, un chalet en Bariloche, un piso gigante en Recoleta y una empresa. Cuando le preguntaron por qué tanto lujo, ‘Tito’ se enojó: “¿Los sindicalistas tenemos que vivir en la Villa 21?” Se ve que desprecia a los trabajadores más pobres, esos que no tienen cloacas por la privatización que Lingieri apoyó, pero tampoco con la gestión actual. Que en su vida vieron juntos los $64.500 que cobra este ex funcionario menemista, hoy funcionario de la AySA kirchnerista.
5 Jorge Alberto Lobais. Otro fenómeno de doble personalidad. Hace décadas conduce la Asociación Obrera Textil, pero también es vicepresidente de la Fundación Protejer, que nuclea a los industriales del sector. Los textiles tienen como bandera “industria subsidiada, trabajo esclavo”, a decir por los favores oficiales y la condición obrera. Pero Jorge no pasa penurias, con sus $38.000mensuales (de salario sería mucho decir).
6 Juan Alberto Belén. Ladero de Antonio Caló, candidato a la secretaría general de la CGT-K. Desde 1974 es secretario seccional y luego directivo de la UOM nacional, donde sus integrantes cobran $31.000 por mes, 10 veces más que un peón metalúrgico. Autor de la famosa frase: “la CTA es la zurda loca, la manejan de afuera y a través de la Cuarta Internacional”.
7 Oscar Lescano. El secretario general de Luz y Fuerza lleva más de 35 años en su sillón. Fiel a su origen en la derecha peronista, asegura que “la Zurda está aprovechando lo que no pudo hacer en sus mejores momentos porque el peronismo no se lo permitió”. Impulsor de las privatizaciones, fue socio y patrón en las termo-eléctricas privatizadas de Salta, el Litoral y la Patagonia.
8 Armando Oriente Cavalieri. Hace 29 años que dirige el Sindicato de Comercio. Gana 102.000 pesos mensuales, 30 veces lo que junta un repositor o una cajera. Una estancia, un club de campo, empresas, Armando también se para de los lados del mostrador. Ayer ferviente menemista, hoy aliado del gobierno nacional y popular.
La mesa presidida por Cristina Kirchner era inagotable, es cierto. Pero no podemos olvidarnos de Roberto Fernández, el dirigente de la UTA que cobra $30.500 pesos mensuales mientras denuncia que “la ultraizquierda utiliza la inscripción gremial en el subte para generar caos”. Ni de Omar Maturano, que con $36.500 de sueldo le alcanza para su costosa campaña de afiches “No jodan con Perón”, enfrentando las denuncias contra Isabel Perón y la burocracia por los crímenes de la Triple A.

Violento desalojo del acampe en Cerro Negro y secuestro de colectivo de asambleístas

Comunicado de la Asamblea del Acampe Nacional en Cerro Negro tras el desalojo

En un nuevo comunicado de prensa, los integrantes de la Asamblea del Acampe Nacional en Cerro Negro contra la megaminería contaminante relatan en detalle lo sucedido en la jornada de hoy, tras el desalojo realizado conjuntamente por la infantería de Catamarca y la patota que responde a Bajo de la Alumbrera. Asimismo afirman que “en estos momentos la policía de Catamarca escolta de manera ilegal a una parte de los asambleístas hacia la provincia de Córdoba” y que “nos falta conocer el paradero de varios asambleístas”. ASAMBLEA DEL ACAMPE NACIONAL EN CERRO NEGRO CONTRA LA MEGAMINERÍA CONTAMINANTE.
Desde un lugar incierto en La Rioja, viernes 20 de julio de 2012, 22hs

Violento desalojo del acampe en Cerro Negro y secuestro de colectivo de asambleístas

Patotas de la megaminera Bajo La Alumbrera agreden a los asambleístas, bajo la complicidad de la policía de Catamarca.

Esta tarde, siendo aproximadamente las 16hs, la infantería de Catamarca en conjunto con la patota que responde a la megaminera Bajo de la Alumbrera desalojaron de manera violenta nuestro acampe pacífico y bloqueo selectivo e informativo realizado en Cerro Negro. En estos momentos la policía de Catamarca escolta de manera ilegal a una parte de los asambleístas hacia la provincia de Córdoba, desconociendo una orden de la justicia de La Rioja que exige el retiro de las fuerzas represivas de la provincia, y el inmediato traslado hacia La Rioja Capital.

Hoy viernes 20/7 se cumplían 12 días del acampe pacífico en la intersección de las rutas 40 y 60, y cinco días del bloqueo selectivo- informativo. La agresión se inició en horas del mediodía, con la llegada de un grupo de 100 personas en más de 20 vehículos, escoltadas por la policía de Catamarca y la infantería. Allí se presentó la fiscal provincial Silvia Álvarez con una orden de desalojo de la ruta 60 en condiciones de total ilegalidad, dado que no contaba con la orden de un Juez Federal para llevarla adelante, y solo estaba firmada por la fiscal y secretaria de la justica provincial. Su objetivo era que pasara un camión con explosivos a ser utilizados en la destrucción de nuestros cerros, el cual estaba detenido en las cercanías del acampe.

Desde la asamblea nacional de Cerro Negro, aún así, se definió levantar el bloqueo selectivo para continuar con el acampe, evitando todo tipo de confrontación con las fuerzas policiales y para-policiales.

Más tarde, las patotas apostadas sobre la ruta agredieron violentamente a los asambleístas que participaban del acampe en Cerro Negro, arrojando piedras y bombas de estruendo, hiriendo a dos compañeros, bajo la inacción y amparo de la policía de Catamarca que se encontraba desplegada sobre la ruta. Allí se presentó una nueva orden de desalojo, en este caso del acampe, expresando con claridad la determinación de hacerlo bajo la fuerza.

Luego de ello, la patota arremetió violentamente con piedras y bombas de estruendo contra el acampe pacífico, contando nuevamente con la complicidad de la policía. Inmediatamente la misma fiscal Álvarez, actuando coordinadamente con la patota, ordenó sin justificación alguna el desalojo del acampe, nuevamente en condiciones de ilegalidad: el mismo no cumplía el debido proceso del fuero provincial, ya que sólo llevaba la firma del Secretario y no contaba con la firma del Juez provincial, y en segundo lugar, porque la justicia provincial no tiene jurisdicción sobre las rutas nacionales. Toda esta situación se ha dado con la patota apostada en las cercanías del acampe, agrediendo continuamente, así como también la infantería.

Ante tamaño armado represivo, la Asamblea Nacional de Cerro Negro resolvió levantar el acampe y movilizarse hacia Tinogasta, donde recibiríamos el abrazo solidario del pueblo tinogasteño, pero la policía de la provincia de Catamarca impidió de hecho que lo podamos hacer, conduciendo a nuestra caravana hacia tierras riojanas. No obstante nuestra actitud pacífica, al llegar al pueblo de San Blas de los Sauces, la patota y la policía arremetió violentamente contra los automóviles y el micro en que nos movilizábamos, logrando separarnos. Es así que el micro fue secuestrado por la policía catamarqueña en territorio de la provincia de La Rioja, omitiendo la orden judicial de la justicia riojana de que el mismo no salga de territorio riojano y tenga como destino final La Rioja Capital. Lo evitaron interponiendo sus móviles policiales en las rutas hacia La Rioja. En estos momentos el secuestro continúa, y el micro es conducido hacia la provincia de Córdoba. Además hasta el momento nos falta conocer el paradero de varios asambleístas. Denunciamos el accionar de la justicia y gobierno de Catamarca, que actúa entre la ilegalidad y la represión ante quienes nos movilizamos por un ambiente sano, por el agua, por la autodeterminación de nuestros pueblos, por la vida.

Saludamos a los compañeros y compañeras de todo el país que se solidarizan con nuestra lucha, que también es su lucha, y continuamos las acciones directas tanto en las provincias de Catamarca y La Rioja como en el resto del país, esperando la caravana nacional hacia Cerro Negro y Tinogasta que hoy partió de Buenos Aires.

¡Fuera las megamineras contaminantes de Argentina y América Latina!

¡Basta de Represión!

¡El Famatina no se toca!

¡Tinogasta y Andalgalá Resisten!

Contactos de Prensa
- En lugar incierto: (011)15-50102573 / (0223)15-5893846 / (011)15-69765375
- En Tinogasta (03837)15-402065 / (03837)15-478847
- En Buenos Aires: (011)15-63032205 / (011)15-66013712 / 0221-15-6206695

viernes, julio 20, 2012

Cerro Negro: otro capítulo en la lucha contra la megaminería

Escrito por RNMA
      
ImageHoy se concretó pasadas las 15hs el desalojo del bloqueo que desde hace 5 días no permitía que circulen insumos mineros en la intersección de las rutas nacionales 40 y 60 ruta en Cerro Negro (Catamarca). Desde hace 12 días allí se producía un acampe a la vera de la ruta. A las 16hs, una hora después de que pacíficamente se despejase la ruta una patota atacó con piedras a los asambleístas, dejando un herido. A las 17hs la infantería avanzó (sin mostrar claramente la orden correspondiente) sobre el campamento de la Asamblea Nacional de Cerro Negro sin dar tiempo a que se saquen los elementos personales. "Si nos oponíamos iban a desalojarnos con la policía y la patota" dijeron desde la Asamblea Nacional de Cerro Negro. Mientras eran empujados por la policía, dejaron un mensaje claro: "La lucha no se acaba, este es un capítulo más".

En este momento, continúa la transmisión radial en vivo de la Red Nacional de Medios Alternativos, con móviles desde Cerro Negro. Toda la cobertura en www.rnma.org.ar. La información es Poder.


RADIO EN VIVO: http://radio.nodo50.org:8000/mediosalter.mp3.m3u
Toda la cobertura especial de audios e informes de la RNMA en estos enlaces:
Urgente / 17:00hs: Infantería procede a desmantelar el campamento en Cerro Negro
Audios de la transmisión especial de la RNMA por Cerro Negro
Urgente 16:30hs: la patota apedreó el campamento de los asambleístas en Cerro Negro.
URGENTE / 15:20: Se concretó el desalojo en Cerro Negro
Orden de desalojo para Cerro Negro
CATAMARCA: TRANSMISIÓN ESPECIAL DESDE CERRO NEGRO
Urgente: grupo de choque se presenta en el acampe antimegaminero de Cerro Negro
Comunicado: Estado de Alerta en Cerro Negro
Crónica de una ocupación pacífica en solidaridad con Cerro Negro

jueves, julio 19, 2012

Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, como servicio de inteligencia de la dictadura.

(Plaza de Mayo)
La información cajoneada por el Gobierno Nacional
Algunas personas postulan que, finalmente, nadie podría escapar del pasado, cuyo paso sería rítmico y sostenido, y derrumbaría, a fuerza de perseverancia, los obstáculos que tratan de detener el curso natural de la memoria. Si esta apreciación fuera cierta, entonces tampoco nadie podría escapar, tampoco, de la Justicia. A veces la realidad le da la razón a esta teoría. Como en esta oportunidad. Gerardo Martínez, secretario general de la Unión de Obreros de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), ex funcionario menemista, hoy hiperkirchnerista y candidato a desbancar a Hugo Moyano en la dirección de la CGT con el apoyo del cristinismo gobernante, figura en los archivos desclasificados del ejército como miembro civil del Batallón 601 de Inteligencia, función que ejerció durante la dictadura. 
Martínez ofició como servicio de inteligencia durante los mismos años en que desaparecieron, por lo menos, 105 obreros del gremio de la construcción, según denunció la CONADEP. Gerardo Martínez. El sindicalista. Un service. Un buchón. Un delator más, como aquellos que prestaron sus labores al ejército para marcar, entre otras tareas, a quienes luego engrosarían los listados de detenidos desaparecidos.

Los datos acerca del personal civil que prestó servicios al Batallón 601 de Inteligencia tienen estado público y se encuentran colgados en la página del Archivo Nacional de la Memoria. Casi cinco mil nombres, apellidos y documentos de hombres y mujeres que colaboraron en la tarea de destruir al sector social más dinámico de aquellos tiempos, que ayudaron a la dictadura a ejercer el terror, que aportaron según su capacidad para desaparecer a los sectores de avanzada política de la década del setenta. Allí figura, en la foja 52, su nombre: Martínez, Gerardo Alberto. Y el número de su documento: 11.934.882. Los listados fueron entregados a Nilda Garré, entonces ministra de Defensa, el 5 de febrero de 2010 por el general de brigada César Gerardo Milani, Director General de Inteligencia-EMGE. Este no es un dato menor, que más adelante será desarrollado. Miembros del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Afines (Sitraic), una organización gremial constituida como alternativa a la UOCRA, a la que consideran completamente burocratizada y propatronal, leyeron con atención renglón por renglón los listados reveladores y encontraron allí las señas del secretario general de los constructores. La denuncia fue radicada ante la Justicia bajo el patrocinio de María del Carmen Verdú, abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). El poder judicial tiene ahora en sus manos la tarea de esclarecer la participación y responsabilidades de Martínez en el periodo dictatorial, cuando todo indica que ejercía de buche de los militares. El propio Martínez tiene el deber de dar explicaciones a la sociedad sobre el rol que jugó en aquellos años. No debería sorprender tal pasado. El currículum de Martínez es más bien un prontuario que marca una continuidad con los objetivos que se había trazado la dictadura. A pesar de que el gobierno de Cristina Fernández quisiera ver en él al próximo baluarte de su “columna vertebral”, mote con el que el kirchnerismo denomina a la burocratizada dirección de la Confederación General del Trabajo (CGT).

Los registros de la Anses indican que Martínez comenzó a prestar servicios en la UOCRA a partir de diciembre de 1978. Tenía 22 años. Los archivos desclasificados indican que ya oficiaba como servicio de inteligencia. Escudriñar el pasado de Martínez es una tarea dificultosa. Los más memoriosos en el gremio señalan que ingresó a trabajar directamente en el área administrativa del sindicato. “Nunca trabajó en una obra”, le dijo a este cronista una fuente que continua ligada a la primera plana del gremio de la construcción, que no prefirió resguardar su identidad. “Lo conocí en 1986 durante la histórica marcha de Piedra del Águila, cuando dos mil obreros recorrimos casi 300 kilómetros a pie para reclamar por nuestros salarios y derechos –recuerda Alcides Christiansen, dirigente del gremio de la construcción que llegó a ganar en 1989 la seccional Neuquén del sindicato, hasta que Martínez ordenó su intervención, lograda con un verdadero operativo de guerra desplegado por la policía–. Fue una marcha descomunal. Martínez había sido enviado por la dirección nacional, estaba bajo el ala de Alejo Farías, secretario general de entonces. El objetivo de su llegada era dispersar la lucha. Poco antes de llegar a Neuquén hicimos una asamblea ante el anuncio de la delegación del sindicato de que había una oferta de la patronal. Era muy importante. Yo tenía la posición de que debíamos llegar a Neuquén y ahí decidir si aceptábamos o no la oferta. Martínez dio un ultimátum: había que votar a favor y levantar la movilización. La votación fue confusa pero anunciaron que su propuesta había ganado. El sindicato puso micros para llevar de vuelta a los obreros a sus lugares. Con un grupo decidimos continuar la marcha. Teníamos razón. La patronal no había hecho ninguna oferta. Todo había sido un invento de la burocracia para desmontar la lucha”.

Ese tipo de actitudes lo pusieron en la cresta de los nuevos dirigentes sindicales de la CGT de los ochenta. En 1990 fue elegido como secretario general de la UOCRA. El menemismo implementaba su plan de destrucción de los derechos laborales de millones de argentinos. Martínez habría de colaborar con entusiasmo en esa tarea. Ese año decidió integrar la CGT San Martín, que reunía al sindicalismo abiertamente menemista. Se incorporó rápidamente a las costumbres que regían la época. Un arquitecto que participó de la remodelación de la sede sindical contó que, para el baño de su oficina, Martínez había hecho traer mármol italiano y había instalado allí un jacuzzi. Aunque se sabe que los obreros de la construcción ponen el cuerpo en las tareas que realizan y el jacuzzi tal vez podría ser considerado como un paliativo contra los males de la hiperexplotación, todo indica que en el caso de Martínez esa regla no se aplicaba, sino todo lo contrario. En 1995, durante el auge menemista de la reelección del presidente riojano, Martínez fue elegido secretario general de la CGT. Las privatizaciones, la destrucción de millones de puestos de trabajo y el derrumbe de los derechos colectivos encontrarían en Martínez a uno de sus fieles impulsores. Luego de la caída del menemismo, el sindicalista siguió ejerciendo su rol directivo en la UOCRA. Con la llegada del kirchnerismo, se transformó a la nueva fe. El gobierno del fallecido expresidente Néstor Kirchner y de la actual presidenta Cristina Fernández no dudaron en aliarse a los popes del sindicalismo tradicional, a pesar de sus pasados colaboracionistas con el menemismo o su foja de servicios patoteriles o su burocratización irreversible. El kirchnerismo no dudó y estableció con estos sectores sindicales-empresariales una sociedad que se mantiene hasta el momento. No por nada el nombre de Martínez suena en los mentideros kirchneristas como el delfín de Cristina para ocupar el liderazgo de la CGT.

La presentación que realizó María del Carmen Verdú ante la justicia es reveladora y marca los nexos de la UOCRA con la dictadura. Allí señala que Horacio Américo Barcos, designado en 1996 como interventor de la Seccional Tres Arroyos de la UOCRA por el mismo Martínez, fue condenado en Santa Fe a 15 años de prisión por su participación en el secuestro y torturas de José Alberto Tur, dirigente de CTERA y su esposa Amelia Ricotti. Barcos integra los listados del personal civil de inteligencia como colaborador del Batallón de Inteligencia Militar 122 desde el 1 de enero de 1976 hasta el 1º de mayo de 1997. Eduardo Juan Daffunchio, abogado de la UOCRA Santa Fe, figura como colaborador del mismo batallón.

En esta etapa kirchnerista, la UOCRA se convirtió en un sindicato que ejerce con rigurosidad la tercerización de la represión. Tal vez se deba a su larga historia de conformación gangsteril de patotas. Como muestra basta recordar que la seccional Santa Cruz del sindicato es adicta al gobernador kirchnerista Daniel Peralta y ha recibido numerosas denuncias por ataques patoteros contra trabajadores en lucha, el último de ellos hace pocas semanas atrás, cuando apalearon a los docentes que luchaban por aumento salarial y mandaron a 17 maestros al hospital. Hay que señalar también que los miembros de SITRAIC sufren cotidianamente aprietes y golpizas por parte de la patota de la UOCRA, sindicato decidido a que no exista una alternativa gremial a su izquierda.

Una consideración especial merece la cuestión de la difusión de los listados. Hace un par de años, la revista Veintitrés publicó una edición especial en la que se adjuntaban páginas y páginas de nombres de hombres y mujeres que habían fungido como servicios de inteligencia bajo la dictadura. En esas listas, el nombre de Martínez no aparece. ¿Esas listas fueron editadas en alguna instancia estatal? ¿Existió la determinación de proteger al sindicalista, que ya estaba integrado en las filas del menemismo? Dudas.

Hoy los tribunales cuentan con los datos suficientes como para ponerse a investigar.
Finalmente, nadie puede escapar de su pasado.
Al menos, a veces sucede así.
Hoy le toca a Gerardo Martínez encontrarse con la historia.
Tal vez pueda haber justicia.

lunes, julio 09, 2012

3º Aniversario Radio Rockultural


Hace 3 años comenzó este proyecto de comunicación alternativa que siempre intentó colaborar humildemente con la función de brindar un espacio para la voz y la participación del pueblo en las luchas contra la opresión y el sometimiento.
Apoyando y formando parte de las luchas de nuestra clase, comenzamos a compartir caminos esperanzadores para la unidad y la organización de nuestro pueblo.
Esta experiencia espera que la comunicación alternativa se multiplique masivamente para que sea capaz de romper con el cerco informativo que promueven las empresas y los gobiernos para atentar contra la verdad y provocar la división de nuestra clase.
Es nuestro compromiso trabajar para brindarle al pueblo una herramienta de comunicación capaz de generar nuevos medios alternativos independientes y en manos de los que luchan, para continuar tejiendo redes de comunicación alternativa que le brinden un espacio para la voz de nuestro pueblo en el lugar que sea necesario difundirla.
Radio Rockultural, Comunicación Alternativa, en momentos en los que la comunicación, no tiene alternativas.
Medio que forma parte del Colectivo Avanzar por la Unidad del Pueblo